El grupo de Bloomsbury

El grupo de Bloomsbury o el set de Bloomsbury, era un grupo de literatos, filósofos, intelectuales, escritores y artistas ingleses que se forma a principios del siglo XX. Entre sus miembros más destacados estaba la escritora feminista Virginia Woolf, el crítico de arte Clive Bell, que era el marido de la hermana de Virginia Woolf, Vanessa Bell (o Stephen que era su nombre de soltera), la cual era pintora y decoradora de interiores, el pintor Duncan Grant, el economista John Maynard Keynes o el escritor Edward Morgan Forster que escribió entre otras cosas “Una habitación con vistas”.

Cuadro con todos los miembros que conformaron el grupo de Bloomsbury


Eran un grupo básicamente formado por amigos y de familiares, cuasi informal, que principalmente tenían en común residir o estudiar cerca del barrio de Bloomsbury en Londres, de donde viene su nombre, además de esto, lo que también compartían era una especial sensibilidad respecto al arte. Compartían así mismo, una visión muy progresista y moderna de lo que eran ciertos pensamientos muy avanzados para su época, como el feminismo, la libertad sexual o el pacifismo.

Casi todos los miembros masculinos del grupo, entre los que destacaban Leonard Woolf, el futuro marido de las escritora, habían tenido una formación en el Trinity College de Cambridge o en el King’s College. Antes de pertenecer o afiliarse al grupo Bloomsbury, formaban parte de una sociedad muy exclusiva llamada Cambridge Apostles o Cambridge Conversazione Society, que era lo que podríamos considerar como un grupo de debate, donde se quedaba con regularidad para discutir cuestiones de múltiples tipos.

Se dice que el grupo de Bloomsbury conmenzó con unas reuniones en casa de Clive Bell, ya casado con Vanessa Stephen en su casa de Londres, el Friday Club, que al convertirse en reuniones regulares acabaron derivando en lo que hoy conocemos como el grupo de Bloomsbury.

Los Bloomsberries, como eran llamado sus miembros, era un grupo de amigos, mucho más informal donde primaba las conversaciones de carácter intelectual, el apoyo mutuo y potenciar la creatividad de los que lo conformaban. Aunque no tenían una afiliación política concreta como grupo, se acercaban al pensamiento liberal, y miembros como Virginia Woolf fueron activistas respecto al sufragio de la mujer entre otras cosas.

Unidos por su amor al arte, y por su amor entre ellos, algo muy comentado dentro de este grupo; tenían un aire idealista de lo que podría ser una sociedad. Se dice además que estaban muy influenciados por el filósofo G. E. Moore y su libro Principia Ethica que clamaba que las claves de la vida eran el amor, la creación y disfrutar del gusto estético como vehículo para alcanzar el conocimiento.

Que no tuvieran un dogma común y que se caracterizasen por la libertad y la flexibilidad de sus reuniones no quiere decir que no tuvieran discusiones internas y desavenencias, especialmente por los variados y esporádicos encuentros amorosos y sexuales entre muchos de los miembros del grupo, que acabaron en muchos triángulos amorosos. Pero era precisamente esto lo que de alguna manera estimulaba intelectualmente al grupo, y de las “rencillas” grupales, acababan saliendo muchas inspiraciones que terminarían en trabajos individuales de los miembros.

Debido a sus tendencias artísticas, y su ideal estético y artístico, y teniendo como base fundamental el amor, se desvincularon bastante de las rígidas normas de la sociedad victoriana inglesa, haciendo de su grupo un verdadero nicho de un mundo ideal.

Si hay una cosa realmente curiosa del grupo de Bloomsbury es como ninguno de ellos gozaron de mucha fama durante su vida, y si la tuvieron, fue en los últimos años. La mayoría de ellos eran estudiantes, y además, con los pensamientos tan progresistas que tenían que en su época eran literalmente tachados de radicales, muchos de sus elucubraciones intelectuales nunca llegaron a ser populares.

Tenemos que tener en cuenta que uno de los miembros fue la ensayista Virginia Woolf famosa entre otras muchas cosas por su ensayo “Tres Guineas” una verdadera joya del análisis feminista. Así mismo, la no crítica y más bien la abierta aceptación de la homosexualidad dentro de este grupo de intelectuales, les tachaba automáticamente de radicales.

La primera guerra mundial, tuvo cierto impacto sobre el grupo, del cual todos los miembros estaban en contra. Después de su finalización y sobre todo a medida que avanzaba la década de los años 20 y los años 30, el grupo de Bloomsbury empezó a diluirse y a mezclarse con la escena intelectual y artística inglesa tanto en Londres como en Cambridge y Oxford.

Aunque realmente no puede llamarse una escuela de pensamiento persé, como si que podemos considerar los ismos artísticos del siglo XX u otros paradigmas filosóficos o intelectuales, el impacto individual de algunos de los miembros del grupo de Bloomsbury y la particularidad de este grupo les han hecho realmente merecedores de ser estudiados y admirados, teniendo así un gran hueco en la historia de la escena intelectual y artística no sólo de Londres sino de toda Inglaterra.

fuente fotográfica: reflex.london

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